Chaska y Kene: iguales y diferentes

Kene y Chaska (Brasil)

En una pequeña aldea oculta en la selva amazónica viven dos hermanos. Kene es curioso y valiente; Chaska, espabilada y observadora. A primera hora de la mañana, el chico se une a su padre y a los otros cazadores de la tribu, desapareciendo en la densidad del bosque. Aprende a seguir las huellas de los animales, a distinguir los cantos de los pájaros y las serpientes venenosas de las que no lo son. Ella pasa los días con la madre y las demás mujeres aprendiendo a elaborar remedios tradicionales y ocupándose de mantener limpia la cabaña de palma y bambú. Ya reconoce las plantas que curan e incluso es capaz de preparar algunos remedios sencillos. Las mujeres también le enseñan a tejer cestas, a preparar el caldo y a cuidar de los más pequeños. Al atardecer, cuando vuelve del bosque, Kene suele sentarse junto a su hermana para escuchar historias sobre las plantas y sus poderes mágicos. Chaska le pregunta cosas sobre las aventuras en la selva y los animales que ha visto. Y así, mientras se agota el día, las diferencias convergen en el corro.

  Las mujeres y los hombres pueden encontrar la intimidad 
sin perderse a sí mismos en el proceso
— Virginia Satir

Niños y niñas de Seam Reap (Camboya)

En esencia, los seres humanos somos iguales. Biológicamente, hombres y mujeres compartimos unos mismos órganos y sistemas corporales, y disponemos de unas capacidades intelectuales y de un potencial de aprendizaje similares. Experimentamos las mismas emociones y tenemos necesidades psicológicas similares, como la necesidad de amor, pertenencia o autoestima. En el ámbito social, la mayoría de las culturas valoran la honestidad, la integridad o la responsabilidad, cualidades, todas ellas, independientes del género. Todas estas similitudes son significativas y ponen de manifiesto la naturaleza compartida de los seres humanos.

Más allá de las similitudes entre hombres y mujeres, también existen particularidades. Biológicamente, existen diferencias genéticas, anatómicas, hormonales o fisiológicas —las mujeres suelen tener porcentajes de grasa corporal más altos y menor masa muscular que los hombres, y los hombres tienen mayor fuerza física y densidad ósea—. También existen diferencias psicológicas. Algunos estudios sugieren que las mujeres tienden a destacar en labores verbales, mientras que los hombres lo hacen en tareas espaciales. En cuanto al comportamiento emocional, las mujeres suelen puntuar más alto en medidas de empatía y habilidades interpersonales, mientras que los hombres tienden a mostrar mayor agresividad física. Aunque son generalizaciones y no determinan las capacidades o el valor de un individuo, todas estas diferencias han sido traducidas en diferencias sociales y culturales y, en muchos casos, en desigualdades. 

 “El feminismo no trata de que las mujeres sean fuertes.
Las mujeres ya lo son. Trata de cambiar la forma
en que el mundo percibe esta fuerza
Gloria Steinem

Garantizar el acceso de las mujeres a la educación, a las oportunidades económicas o a los espacios de participación, son ingredientes necesarios para construir comunidades donde todo el mundo, independientemente de su género, pueda vivir con dignidad y autonomía, desarrollando plenamente todo su potencial y contribuyendo positivamente a la sociedad.



Matrimonio de Harlem (Nueva York, EUA)
Matrimonio de Copacabana (Bolívia)

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