Seynabou: el pilar de la familia

Una joven en el pozo (Senegal)

Bajo un sol de injusticia que hace sudar incluso a los cocodrilos, Seynabou Diop enfila el camino del pozo. De nuevo. Desde que tiene fuerza suficiente para trajinar cubos es la tarea que le ha asignado su madre. En el recóndito poblado de Kuva sólo los más pequeños y los más ancianos se han ganado el privilegio de quedarse en casa sin hacer nada. Allí donde el agua es escasa, la calidad de vida es precaria. ¿Es una simple coincidencia? Claro que no. Para muchas comunidades el agua se ha convertido en un recurso estratégico, y muchos expertos auguran guerras futuras a causa de este elemento tan preciado que algunos ya llaman "oro azul". Seynabou podría hacer el camino del pozo con los ojos cerrados: en los últimos diez años lo ha recorrido más de tres mil veces. Una hora de ida y casi dos de vuelta, y es que, con los cubos llenos, el camino de vuelta siempre es más largo...

 132 millones de niñas en el mundo no asisten a la escuela
UNESCO

Una niña camino del pou (Etiopía)

El papel de las mujeres en el contexto familiar ha experimentado una significativa transformación desde los orígenes de la humanidad. En la prehistoria, las mujeres ejercían roles fundamentales en la recolección de alimentos y el cuidado de los hijos, mientras que los hombres se dedicaban principalmente a la caza. Esta división de tareas -el hombre se ocupa de proveer y la mujer de cuidar el hogar- se mantuvo inmutable durante milenios. De vez en cuando, las mujeres que pertenecían a la nobleza podían gestionar propiedades o influir en la política mediante matrimonios estratégicos, pero su principal rol siempre era el de madre y esposa.

Durante el siglo XIX, con la llegada de la revolución industrial, muchas mujeres empezaron a trabajar en las fábricas, combinando el trabajo remunerado con las responsabilidades familiares. Fue en esa época que se organizaron los primeros movimientos feministas. Hasta la actualidad, estos movimientos han logrado transformaciones en muchos ámbitos, también en el doméstico, y hoy es cada vez más común que tanto hombres como mujeres compartan las responsabilidades del hogar y la crianza de los hijos. Asimismo, las mujeres participan activamente en la toma de decisiones financieras, educativas o de salud, que afectan a la familia. Sin embargo, todavía no hemos llegado al final del camino.

 escala mundial, las mujeres dedican tres veces más tiempo que los hombres
a las tareas domésticas no remuneradas y al cuidado de familiares
ONU Mujeres

Aunque el compromiso de los hombres va creciendo, muchas mujeres sufren todavía desigualdades como la distribución desproporcionada de las tareas domésticas o la responsabilidad en el cuidado de los hijos. Además, a menudo se ocupan de otros miembros de la familia, como los ancianos o enfermos. Para muchas mujeres trabajadoras, las presiones sociales para cumplir con las expectativas tradicionales –como tener que ser madres perfectas o mantener un hogar impecable–, es un factor de estrés y de ansiedad añadido que afecta a su salud mental y la calidad de vida. 


Niñas y mujeres trabajando en tareas domésticas (Sudan del Sur y Etiopía)

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