Poblaciones: mitad y mitad

Una niña peina a otra en Mocagua (Colombia)

En una cabaña de madera, cerca de Mocagua, hay dos niñas sentadas en el umbral de la puerta. Una, la más pequeña, pone cara de traviesa. La otra, la mayor, señala con el índice la portada de la guía que el viajero tiene entre sus manos: una imagen de la Tierra vista desde el Apolo XII que, pese al estado decrépito del libro, todavía luce con una cierta dignidad su azul:

—¿Qué es?—, pregunta con cara de interés.
—¡Sí! ¿Qué es?—, insiste la pequeña, para asegurarse de que el viajero las ha entendido.

El viajero las mira y sonríe. Nada habla mejor de los niños que sus preocupaciones; él se tragó muchas antes de darse cuenta.

—La Tierra vista desde un cohete— les responde.
—¿Es azul?—, insisten, casi al unísono.
—Claro que sí, es el mar.
—El mar, claro... ¿Y cómo viven los peces en el mar?

El viajero sospecha que esas niñas nunca han salido del poblado. Y añade, divertido:

—Pues... mmm... ¡Supongo que como los humanos en la tierra, los mayores se comen a los pequeños!

Se abalanza sobre las niñas y empieza a hacerles cosquillas...

 Las mujeres curiosas tienen más posibilidades de encontrar cosas que perderlas
Ninon de l'Enclos

Dos niñas en el umbral de una cabaña (Nong Khiaw, Laos)

La distribución demográfica global entre hombres y mujeres ha sufrido cambios significativos a lo largo de la historia. En períodos antiguos, las poblaciones humanas tendían a estar relativamente equilibradas. Sin embargo, las tasas de mortalidad infantil y materna eran altas, lo que afectaba a la distribución de género en las comunidades. Las guerras, las migraciones hacia nuevos continentes durante la expansión colonial o las migraciones de áreas rurales hacia áreas urbanas durante la revolución industrial, también influyeron en la distribución demográfica en algunos territorios. A lo largo del siglo XX, los avances en la medicina, la salud pública y la tecnología redujeron las tasas de mortalidad, y hoy, a nivel global, la población está dividida casi equitativamente entre hombres y mujeres.

 Las mujeres constituyen el 49,6% de la población mundial
 Naciones Unidas

Sin embargo, las disparidades en la distribución de género siguen siendo evidentes en algunos territorios debido a las migraciones, las guerras, las políticas demográficas, las preferencias familiares, la esperanza de vida o las diferencias en las tasas de mortalidad. En algunas culturas, las preferencias familiares pueden acarrear prácticas como el infanticidio selectivo de niñas, aunque esto es menos común en la era moderna gracias a los cambios en las normas sociales y legales. Los conflictos armados y las guerras provocan pérdidas desproporcionadas de hombres en ciertas regiones, alterando temporalmente la distribución demográfica. Los patrones de migración también pueden influir en la composición de género de las poblaciones, tanto en los territorios de acogida como en los de origen. Por otra parte, las mujeres tienen una mayor esperanza de vida, lo que contribuye a una proporción mayoritaria de mujeres en las edades más avanzadas.

 La esperanza de vida es de 74,7 años para las mujeres y de 70,5 para los hombres
Naciones Unidas


Mujeres (Lalibella, Etiopía)

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