
Madre e hija en el mercado de Cuzco (Perú)
En una pequeña aldea del valle del Urumba, la luz dorada del amanecer comienza a bañar las puntas altas de las cabañas de paja y barro. Mientras, Amara envuelve a su hija con una tela de colores y se la coloca delicadamente a la espalda. La pequeña, de grandes ojos oscuros y sonrisa radiante, se acomoda sin manías al trapo. Amara hace un nudo con los extremos de la tela a la altura del pecho y, con la chiquilla, segura, emprende el camino del mercado tarareando una canción que su madre cantaba, y que ahora ella comparte con la niña. Su voz se mezcla con el canto de los pájaros, creando la perfecta armonía. La niña, desde la espalda, escucha y observa con curiosidad todo lo que le rodea, fascinada por el brillo del paisaje. Hasta el lugar más recóndito del mundo, ser madre es uno de los aspectos más trascendentes de la vida de una mujer.
“ Tomar la decisión de tener un hijo es trascendental,
es decidir tener tu corazón caminando fuera de tu cuerpo para siempre
– Elizabeth Stone

Madre e hijo (Laos)
Antiguamente, la maternidad era vista exclusivamente como una función biológica esencial para la continuidad de la familia y la estabilidad de la comunidad; las madres eran las responsables del cuidado y educación de los hijos. A partir del siglo XIX, con la revolución industrial, muchas mujeres se vieron obligadas a combinar su trabajo en las fábricas con las responsabilidades domésticas, y la estructura familiar empezó a cambiar. Los movimientos feministas y la lucha por la igualdad transformaron la percepción sobre la maternidad, promoviendo la idea de que las mujeres podían y debían tener opciones más allá de ser madres, y lentamente se empezó a implementar la corresponsabilidad en la crianza de los hijos fomentando la participación activa de los padres. El mundo de hoy, sobre todo en los países desarrollados, se caracteriza por una diversidad de modelos y roles familiares, en un contexto de mayor igualdad y soporte social.
“ Sólo el 44% de las mujeres creen que pueden conseguir un equilibrio
entre la vida laboral y la personal, frente al 70% de los hombres
— Harvard Business Review
Una de las mayores dificultades para las madres trabajadoras es equilibrar sus responsabilidades laborales con las familiares. Pese a los cambios, las madres siguen siendo las principales responsables del bienestar físico y emocional de sus hijos. La falta de políticas de conciliación y el estrés asociado con las multitareas son desafíos comunes, sobre todo para las madres de familias con pocos recursos o las madres solteras. Las críticas y juicios sociales sobre las decisiones relativas a la crianza suelen ser una dificultad añadida. Muchas mujeres sufren presiones para cumplir con las expectativas de ser "madres perfectas", y sufren problemas de salud mental como la depresión, el estrés o la ansiedad, sólo por el simple hecho de ser madres.

Madre e hija (Camboya)