
Madre e hijo (poblado Mursi, Etiopía)
En un pequeño pueblo del Valle del Omo, Nekene, de veinticuatro años, carga a su hijo pequeño a sus espaldas. El cuarto. Las mujeres a su alrededor también llevan bebés en brazos. En su comunidad, la maternidad llega pronto y con frecuencia. Contrariamente a lo que ocurre en los países ricos, muchos países en desarrollo todavía mantienen tasas de natalidad elevadas. Los países del África Subsahariana tienen la tasa de natalidad más alta del mundo, con hasta 40 nacimientos por cada 1.000 personas. En algunas culturas, las expectativas sociales sobre el papel de las mujeres y la presión por tener hijos sigue siendo elevada. Las tradiciones, la falta de educación, los recursos limitados o la falta de acceso a los anticonceptivos y métodos de planificación familiar, determinan el destino para muchas mujeres, un destino que se transmite de generación en generación y que les ofrece pocas alternativas más allá de ser madres.
“ La tasa fertilidad global es de 2,4 hijos por mujer.
En Europa, la tasa es del 1,6; en el África subsahariana, del 4,7
– Banco Mundial

Niña (Dakar, Senegal)
La capacidad para decidir cuántos hijos tener y cuándo tenerlos es imprescindible para la salud y el bienestar de las mujeres. A escala global, las tasas de natalidad disminuyen paulatinamente a medida que se incrementa el acceso de las mujeres a la educación, a los métodos anticonceptivos y a los servicios de salud, haciendo posible que puedan tomar decisiones más autónomas, libres e informadas sobre el hecho de ser madres. Sin embargo, en muchas comunidades tradicionales, estas decisiones son tomadas por los hombres de la familia. En algunas regiones de África y Asia, más del 30% de las mujeres carecen de autonomía para decidir cuestiones que afectan a su salud reproductiva y a sus derechos sexuales.
“ En los países desarrollados, la edad media para tener el primer hijo es de 30,7 años, mientras que en los países africanos es de 19
– Naciones Unidas
Algunos estudios calculan que hasta 218 millones de mujeres en países en desarrollo tienen una insatisfecha necesidad de métodos modernos de planificación familiar. En el África Subsahariana, más de la mitad de las mujeres no tienen acceso a métodos anticonceptivos modernos. En este contexto, proporcionar apoyo y programas que fortalezcan la autonomía y el apoderamiento de las mujeres para tomar decisiones informadas sobre su salud reproductiva y materna, incluyendo la planificación familiar y el acceso a métodos anticonceptivos seguros, es fundamental para garantizar los derechos reproductivos de las mujeres en todo el mundo.


Jóvenes (Sudan del Sur y Etiopía)