La participación en la vida de la comunidad

Isabella d'Este (Tiziano)

Isabella d'Este (1474-1539) fue una figura destacada del Renacimiento italiano. De familia noble, en 1490 se casó con Francesco II Gonzaga, marqués de Mantua, y en 1519, después de la muerte de su marido, asumió el papel de liderazgo del marquesado. Aunque la mayor parte de su poder era limitado, su influencia política fue notable y su corte se convirtió en un referente artístico y cultural de la época. Fue una gran defensora de músicos, escritores y artistas como Leonardo da Vinci, Rafael y Tiziano y, a través de su correspondencia con otros nobles, promovió e impulsó los intereses culturales de la comunidad. Isabella d'Este dejó un legado duradero como una figura clave del Renacimiento. Su mecenazgo y apoyo a las artes contribuyó a definir el período, y su habilidad para navegar en la política de la época consolidó su reputación como una de las mujeres más influyentes de su tiempo.

Una chica contempla un Picasso en el museo de Orsay (París, Francia)

En tiempos antiguos, unas pocas mujeres, como Isabella d'Este, tuvieron la oportunidad de influir en la política o la cultura, pero, en general, su participación en la esfera pública estaba restringida por normas sociales que limitaban su rol al ámbito doméstico. A lo largo del siglo XX, la participación femenina en la vida comunitaria experimentó notables avances, incluyendo el derecho al voto, la igualdad de oportunidades en el trabajo o el acceso a la educación. Los movimientos feministas y de derechos civiles fueron esenciales para superar estas limitaciones.

Actualmente, las leyes y las políticas de igualdad garantizan la participación de las mujeres en todas las esferas sociales: en la política, negocios, organizaciones y otros ámbitos de toma de decisiones. Hoy en día, las mujeres no sólo ocupan posiciones de liderazgo en empresas y gobiernos, sino que también desempeñan roles clave en las organizaciones comunitarias y en los movimientos sociales. A escala mundial, las mujeres representan en torno al 70% de los trabajadores de salud y más del 60% de los maestros. En muchas comunidades rurales, las maestras son fundamentales para aumentar la tasa de matriculación de las niñas en los sistemas educativos.

 El 60% de los participantes en proyectos de desarrollo comunitario son mujeres,
sobre todo en áreas como la salud y la educación
ONU Mujeres

Aunque se han logrado avances significativos, todavía existen obstáculos estructurales arraigados -la discriminación, los estereotipos de género, las dificultades para acceder a la financiación...-, que limitan la participación plena y equitativa de las mujeres a todos los niveles de la comunidad. 


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